domingo, 26 de diciembre de 2010

El muñeco de nieve sastre.



Erase que se era

un muñeco muy blanco,
era un muñeco de nieve,
era un muñeco muy guapo.

Trabajaba en su taller.
Cosía gorros y lazos,
a veces incluso también,
cosía pantalones largos

El día de Navidad,
marchó al supermercado
a comprar telas e hilos
para hacer un bonito brocado.

Recogía entre los estantes
los materiales ansiados,
cuando de pronto un hombre
se desesperó a su lado

Aquel hombre de barba,
vestido de rojo y de pelo cano
tenía su pantalón
completamente destrozado.

Nuestro muñeco de nieve
se le ofreció a arreglarlo
pero sin estar en su habitación
le era imposible lograrlo.

El muñeco y el señor
que tenía calcetines blancos,
se acercaron entre si
y salieron muy pegados.

¿Era aquel Papa Noel,
un Papa Noel despistado?
Lo era el muñeco también,
pues salió sin pagar lo comprado.

Los hilos y el cinturón
que en el estante había encontrado,
viajaban en su zurrón
sin que él se hubiese percatado.

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La vida no es esperar a que pase la tormenta..., es aprender a bailar bajo la lluvia.

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