lunes, 20 de agosto de 2012
Ritmo "Una historia de hombres, en un movimiento macabro"
Tan solo el alba se movía en la quietud de aquel pequeño patio de la prisión española -un alba anunciadora de muerte- mientras aquel joven gubernamental se erguía frente a un piquete de Ejecución. Los preliminares habían terminado. El grupito de las autoridades se había situado a un lado para asistir a la ejecución y ahora la escena se cuajaba en un penoso silencio.
Desde el primero hasta el ultimo, los rebeldes habían conservado la esperanza de que su Estado Mayor enviaría la orden para sobreseer la ejecución. Pues el condenado era adversario de su causa, pero había sido popular en España. Era un brillante escritor humorístico que había sabido regocijar ampliamente a sus compatriotas.
El oficial que mandaba el piquete de ejecución conocía personalmente. Eran amigos antes de la guerra civil. Juntos habían obtenido sus títulos en la universidad de Madrid. Juntos habían luchado para derribar la monarquía y el poder de la iglesia. Juntos habían bebido, habían pasado noches enteras en las mesas de los cafés reído, bromeado y dedicado largas veladas a discusiones de orden metafísico. De cuando en cuando, se habían peleado por culpa de los diversos modos de gobierno. Sus divergencias de criterio eran entonces amistosas, pero por fin, habían provocado la desdicha y el trastorno de toda España.
Y habían llevado a su amigo ante un piquete de ejecución.
Pero ¿para que evocar el pasado? ¿para que, azonar?. Desde la guerra civil, ¿para que servia el razonamiento?. En el silencio del patio de la cárcel, todas aquellas preguntas se agolpaban, febriles, en la mente del oficial. No había que hacer tabla rasa del pasado. Solo contaba el porvenir. ¿El porvenir?, un mundo que le privaría de muchos antiguos amigos.
Aquella mañana era la primera vez que habían vuelto a encontrarse desde la guerra. No habían dicho nada. Habían cambiado solamente una sonrisa mientras se preparaban a entrar en el patio de la prisión.
El trágico alborear dibujaba unas rayas plateadas y rojas en el muro de la cárcel y todo respiraba una quietud, un descanso cuyo ritmo se unía al sosiego del patio, un ritmo de latidos silenciosos como los de un corazón. En aquel silencio, la voz del oficial que mandaba el pelotón retumbo contra los muros de la cárcel:"¡Firmes!".
Al oír aquella orden, seis subordinados apretaron sus fusiles y se irguieron, la unidad de su movimiento fue seguida de una pausa en cuyo transcurso hubiera debido darse la segunda orden. Pero algo sucedió durante aquel intervalo, algo que vino a quebrar aquel ritmo. El condenado tosió, se aclaro la garganta, y aquella interrupción trastoco en encadenarse de los acontecimientos.
El oficial se volvió hacia el prisionero, espera oírle hablar, pero ni una palabra vino de el. Entonces, volviéndose de nuevo hacia sus hombres se dispuso a dar la orden siguiente. Pero una repentina rebeldía se adueño de su espíritu. Una amnesia psíquica que convirtió su cerebro en un espacio vacío, aturdido, permaneció mudo ante sus hombres. ¿Que sucedía?, aquella escena del patio de la cárcel no significaba nada. No vio ya, objetivamente, mas que un hombre, de espaldas contra el muro, frente a otros seis hombres. Y aquellos otros de allí al lado, ¡que aire tan estupido tenían y como se parecían a unos relojes cuyo tic-tac se hubiera detenido de repente!. Nadie se movía, nada tenia sentido. Había allí algo anormal. Todo aquello no era mas que un sueño y el oficial debía evadirse de el.
Oscuramente le volvio poco a poco la memoria. ¿Desde cuandoestaba el alli? ¿Que habia sucedido? ¡Ah si!. El habia dado una orden, pero...¿Cual era la orden siguiente?. Despues de ¡firmes!, venia ¡carguen!, luego ¡apunten! y por fin ¡fuego!. En su inconciencia, conservaba una vaga idea de ello. Pero las palabras que debia pronunciar parecian lejanas, vagas y ajenas a el mismo.
En su azoramiento grito de un modo incoherente, con
una confusión de palabras carentes de sentido. Pero quedo aliviado al ver que sus hombres cargaban las armas. El ritmo de su movimiento reanimo el ritmo de su cerebro, y volvió a gritar, los hombres apuntaron, pero durante la pausa que siguió, unos pasos apresurados se dejaron oír en el patio de la prisión. El oficial lo sabia, era el indulto, recobro inmediatamente la conciencia.
- Alto -grito frenéticamente al piquete de ejecución.
Pero seis hombres tenían el fusil, seis hombres fueron arrastrados por el ritmo, y seis hombres, al oír el grito de <<¡ alto !>> dispararon.
Autor: Charles Chaplin.
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Es que estaban tensos y no esperaban esa contraorden. Eso pasa por no tener profesionalizado el ejército.
ResponderEliminarSaludos Piruji
Hola paisanete, eso seria que estaban tensos, y lo que menos esperaban esa lo contrario, cuando la guerra civil ya me dirás los profesionales que era el ejercito, que los cogieron aquí te pillo aquí te mato.
EliminarBesos.
Piruja:
ResponderEliminarUn relato conmovedor, de un gran humanista. Enemigo de las guerras y de las nacionalidades; él mismo se declaró ciudadano del mundo... ¡en su época!
No solo fueron risas y cabriolas lo que nos dejó.
Un beso.
Hola Arturo, fue una gran persona, tu lo dices, no solo nos dejo las risas, creo que nos dejo cosas mucho mas importantes como estos relatos que yo los voy descubriendo poco a poco, para su época fue un gran visionario.
EliminarBesos.
Ostras!!! Cómo me he quedao! blaf:
ResponderEliminarBesos Piru!
Hola ion, te has quedado blaf?, no te esperabas este final eh?, esque este hombre sabia como cogernos de sorpresa:)
EliminarBesos.
Una excelente entrada Piruja,efectivamente muy conmovedor,y tenia que ser de este gran hombre,Charles Chaplin,genial me ha encantado, y con tu guinda,quedan perfectos.Besos de buenas noches Piru.
ResponderEliminarEfectivamente muy conmovedor,y es que Charles Chaplin era genial, y el post con tu guinda más genial todavía, perfecto Piru, un besito de buenas noches.Gracias siempre.
ResponderEliminarHola Carmen, si que era genial este hombre tanto en hacernos reír como en deleitarnos con sus relatos y poemas:), muchas gracias por lo de mi "guinda" pero bueno es para hacerlo mas agradable:), gracias Carmen.
EliminarOtro beso para ti.
mil gracias querida y admirada poetisa por concedernos el privilegio de emocionar nuestros sentimientos con las letras tan conmovedoras de nuestro admirado y querido Charles Chaplin. Muchos besinos y feliz inicio de semana te desea esta amiga admiradora con todo mi cariño.
ResponderEliminarHola Ozna, si te ha gustado lo que he puesto de Chaplin yo ya me doy por satisfecha, por eso las gracias a ti y a todos por seguir entrando a mi blog y comentarme, feliz semana también para ti, cuídate mucho:)
Eliminarmas besinos para ti.
Conocemos poco a Chaplin, su faceta de actor cómico era muy importante y eclipsó a las demás que por lo que vemos no tenían nada que envidiar a la principal, un gran hombre, el relato pone los pelos de punta.
ResponderEliminarBesos.
Hola Wendy, como ya he dicho en otro comentario, pocos conocen esta faceta de escritor del genial Chaplin, yo ni lo sabia hasta hace poco que lo descubri y me encanto, como bien dices tu nada que envidiar esta faceta a la del gran humorista, si que pone los pelos de punta el relato:)
EliminarBesos.
Ale... pues esos seis hombres con la sangre fría de matar, seguramente por haber llevado una orden al contrario, estarían al día siguiente en el mismo lugar que el ejecutado.
ResponderEliminarAinsss..
Un besazo.
Hola Tamara, bueno esos hombres cumplían ordenes, la mala suerte esque cuando van a dar la contraorden ellos creen que es lo de siempre y disparan, al día siguiente estarían bien mal pensando en lo que había pasado, la vida es así.
EliminarOtro besazo.
Magistral relato el que nos aportas hoy día de la mano de un gran genio como fue Chaplin. Siempre es un gusto enorme visitar tu casa.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Hola Jorge, me alegro mucho que te haya gustado el relato como bien dices de este genio que fue Chaplin, gracias por tus bonitas palabras amigo.
EliminarOtro abrazo para ti:)
Tenia que ser de ese genio, estremecedor relato Piruja, confieso que me ha dejado mal.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola moli, siento que el relato te dejase mal, espero que ya se te haya pasado el malestar, y para eso piensa en lo que nos hizo reír este genio, gracias.
EliminarBesos.
Tremendo!! Chaplin fue un genio!
ResponderEliminarTu entrada es maravillosa Piruja
Te dejo un beso y se feliz!
Hola Giberto, ya lo creo que fue un genio en todo lo que toco, muchas gracias por lo que dices y me alegro que te haya gustado, se feliz tu también:)
EliminarBesos.
El Chaplin que pocos conocen, mucho más interesante que el actor.
ResponderEliminarPrecioso
Besazo
Hola dolega, pues creo que tienes toda la razón del mundo, me alegro que te haya gustado, gracias.
EliminarUn besote.
Siempre me enervan las historias relacionadas con la crueldad de una guerra capaz de enfrentar a hermanos contra hermanos y a padres contra hijos pero ¿acaso todas las guerras no son de por sí crueles, sean del tipo que sean?
ResponderEliminarUnas letras magníficamente realistas de manos de un genio. Gracias Piru por compartirlas.
PD. Por cierto, en breve partirá una carta desde Galicia para tu hermosa tierra jeje. Gracias por todo.
Hola Elizabeth, las guerras grandes o pequeñas nunca aportan nada bueno a nadie y siempre siempre son crueles, y esta civil que padecimos aquí es lo que tu dices que enfrento a padres con hijos, hermanos con hermanos y aun así hoy en día aun existen resquicios de esos encontronazos, la gente es de miedo.
EliminarLas gracias a ti siempre, espero con ilusión esa carta:), gracias!!
Un besote!!
querida amiga un relato muy triste, de una faceta de ese gran actor que yo desconocía... por desgracia es una realidad que a veces se da.. un saludo.
ResponderEliminarHola antonioe, me alegro que hayas descubierto esta faceta de este genio que desconocías, el relato si es triste y por desgracia muy real ya que es lo que se vivió en la guerra civil de aquí, y que es una realidad que se da demasiadas veces en todo el mundo.
EliminarBesos.
Magistral Chaplin, gracias Piru por compartirnos un relato triste, como triste suelen ser las guerras.
ResponderEliminarTe dejo mi abrazo
Hola Mayra, todas las guerras son tristes, la pena que siempre existen en algún lugar del mundo y parece que no tienen fin, las gracias a ti siempre, espero que estés bien y pronto te podamos saludar en tu blog, cuídate.
EliminarBesos.
Los males de la guerra en palabras de un genio
ResponderEliminarBesos
Hola Daniel, así es amigo, la cruda realidad.
EliminarBesos.