Cada tarde, después de tomarse el café con mucha espuma que tanto le gustaba, se marchaba a la estación de tren, y se sentaba allí, a la sombra de las marquesinas de hierro de los andenes, esperando no sabía qué, tal vez que se abriera una puerta que le permitiera escapar, acaso una bocanada de aire nuevo que le ventilase ese espíritu suyo que se había ido fraguando en las preocupaciones de cada día, en una sorda amargura que le corroía el interior y le mordía las entrañas con la misma falta de piedad con la que una manada de lobos despedazaría a un cordero herido.
Y lo que comenzó siendo una ocupación de cada tarde acabó convirtiéndose en una obsesión, y mes a mes fueron creciendo las horas que pasaba en la estación. Sentado, viendo pasar los trenes, observando los ancianos que llegaban a los andenes arrastrando sus maletas, contemplando a las adolescentes que al terminar el llegar del viaje se echan en brazos de sus amantes y los besan con la fuerza de todo lo que se reivindica puro y necesario, sintiendo la risa de los niños o la premura de las madres para no llegar tarde a la hora de salida fijada en el billete que apretaban en la otra mano.
Allí, construía las vidas imaginarias de todas esas personas que para él eran personajes de una gran novela sin escribir, llegó a distinguir a los que caminan por el andén con las manos engarrotadas de los que por apurar la despedida con alguien que se quiere y se necesita mucho tenían que correr y subirse al vagón cuando ya el tren había arrancado, pero también le daba contenido a las personas que sólo veía fugazmente, a través de la ventanilla, las que no se bajaban en esa estación y continuaban su viaje, esas personas que cuando el tren llegaba levantaban furtivamente la cabeza del libro o la revista que venían leyendo y contemplaban la vida desbordada de los pasajeros y de los revisores, personas que alguna vez habían cruzado con él la mirada rápida que pronto, muy pronto, tal vez avergonzada o asustada por la ansiedad que habitaba en sus ojos sin fondo, había vuelto a posarse en las largas frases de Proust o a los versos de algún poeta sin lectores.
Ninguno de esos trenes era su tren, todos partían sin que él pudiera subirse al vagón arrastrando la maleta en la que tenía planchados y doblados los veranos de la infancia, alguna tarde de enero que había estado siempre arrugada en el fondo de un bolsillo de sus pantalones vaqueros, un puñado de libros y un rosario de discos de Bach. Soñaba siempre con que llegase un tren con su nombre que lo llevase hasta Venecia, para simplemente asomarse a una ventana gótica desde la que ver pasar las góndolas, que a él, al pensarlas mecidas por las aguas densas, duras, de la laguna, se le figuraban algo tan frágil y quebradizo como una mariposa que vuela bordeando el círculo avariento de las hogueras.
Autor: Desconocido.
Un hermosa y poética manera de ver pasar la vida sin atreverse a abordar el futuro.
ResponderEliminarGenial como siempre dilecta amiga.
Un gran abrazo y gracias por estar.
Hola Luis, así es amigo, pero debemos ser valientes y atrevernos a dar el paso, muchas gracias Luis siempre por tus amables palabras y también por estar siempre que puedes:)
EliminarBesos.
Pobrecillo, puede haber mucho dolor dentro de un ser, pero hay tanta vida afura, tanta sonrisa y miradas de niños a los que les debemos un futuro.
ResponderEliminarAbrazos x dos, Piru y linda semana
Hola Mayra, yo no lo veo pobrecillo, solo que no se atreve a dar el paso definitivo, si que es verdad que hay mucha vida fuera y que tienen un futuro, pero quizás el se esta perdiendo ese futuro, buena semana también para ti.
EliminarBesos.
Que belleza Piruja, que ternura, que poder de observación y plasmarlo, excelente¡¡
ResponderEliminarcomo siempre te felicito e imagino a ese autor como mi imaginación desea...BELLO , BELLO
Besos muchos ♥♥♥
Hola Tramos, me alegro que te guste y lo veas de la forma que dices, el autor ojala que le vaya como bien dices bello bello:)
EliminarBesos.
No se atrevió a ser actor de la tragedia, solo fue espectador que imaginaba mil mundos a través de los ojos que le miraban, no dio el paso a ese escalón más alto del tren de la vida.
ResponderEliminarBesos,
Hola Ricardo, que bien lo has descrito amigo, y cuantos hay así por la vida verdad?, creo que debemos ser mas valientes y dar los pasos necesarios y seguir el tren de la vida, no estancarnos.
EliminarBesotes!!
El tren es siempre sinonimo de historias y de vida, algunos cogen el tren a la primera y tienen suerte, otros en cambio esperan y esperan y cuando se quieren subir es ya demasiado tarde.
ResponderEliminarUna bonita historia que he estado leyendo entre musica de anundios? ajjaajj no me digas como pero fue asi.
Venga pequeña saltamontes que tengas un buen dia.
Besotesssssssssssssssss y guarda alguno para Helen
Hola chiquillo, mucha razón tienes en lo que dices, que algunos tienen suerte en ese tren que cogen y otros por miedo o por otros motivos lo van dejando y como suele pasar cuando van a dar el paso es tarde, así es la vida.
EliminarMe alegro que te haya gustado, lo que no entiendo esque hayas estado escuchando anuncios?, ejemmmm te habías labao bien la cara?, mira que a esas horas muchas veces aun estamos soñando y mas tu con algún gatejo encima jejeje, la verdad que no se lo que haya podido pasar, ya quite la musica por que tenia algún que otro problemilla y ahora no hay nada para que pase eso, amos ni que fuese esto antena3 jejeje, gracias por tus buenos deseos, espero que tu también estés llevando una buena semana, cuidate Maestro Po:)
Un montón de besotes!!
Quizas su destino era así de simple sin darle más vueltas que la de contemplar las vidas que se van entre railes.
ResponderEliminarQuizás también a su vez, Él era contemplado desde los vagones por unos ojos lánguidos que recorrían estaciones en busca de una donde acabar.
Y (paradojas del destino) quizás también en algún momento sus miradas se cruzasen a través de frío vidrio con toda la pasión por haberse encontrado y toda la desdicha del escaso tiempo para tomar la debida decisión, uno de subir......la otra de bajar. Seguro que la misma lágrima cayo cuando el tren se alejaba al tiempo que también lo hacía la estación.
Besotes Piru y muchas felicidades por este gran relato. Más besotes que leches.
Hola mago, también puede ser la opción que dices, que su destino era estar allí en vez de coger el tren, y ser el mismo contemplado por los demás lo mismo que hacia el, seguro que después de tanto tiempo contemplando los trenes y sus viajeros mas de una vez se cruzarían las miradas unos con otros, esperando encontrar la que fuese para siempre, seguro mago que la lagrima recorrió su mejilla al alejarse el tren de la estación, bueno el relato me alegro que te haya gustado pero el merito no es mio si no de su autor que es una pena sea anónimo:)
EliminarPues muchos mas besotes pa ti!!
Algunos somos así, siempre viendo pasar los trenes de los demás ... pero es porque hemos encontrado nuestra estación o simplemente nos quedamos en ella. No sé ...
ResponderEliminarHola Angelines,si que suele pasar lo que dices que los vemos y no somos capaces de subirnos a ellos y todo por miedo, la verdad que muchas veces nos tienen que ayudar ya que si no nos quedados fuera, si que lo sabes, que tu eres muy lista:)
EliminarBesos.
Jo, ese se parece a mí, cuando observo a la gente les pongo a cada uno en una aventura imaginaria, jejej.
ResponderEliminarSaludetesssssss grsss
Hola Dany, anda, no te habías dado cuenta que es de ti de quien hablan?, yo me he dado cuenta enseguida jejeje, mira que eres....
EliminarBesos.
Me ha encantado este texto, esta sublime metáfora de la vida de cada cual, porque todos en realidad nos la pasamos divagando en medio de la vorágine, en el andén de nuestra propia existencia, tantas veces repleta de soledad proclive a la fantasía...
ResponderEliminarBesos.
Hola Marinel, me alegra saber que te ha gustado el texto, también me ha gustado mucho esa comparación que haces de nuestra existencia con los andenes, y esque mirándolo bien es así nuestro día a día, tenemos tanta soledad que procuramos llenarla con la fantasía, sueños....
EliminarBesos.
Me has hecho recordar a un viejo amigo que hace ya muchos años que se fue. No he visto a otra persona que amara más los trenes. Era un anciano y se divertía ir a la recién estrenada estación de Chamartín y ver la entrada y salida de los trenes. No creo que se fijara mucho en las personas, sino en las máquinas. Su sueño estaba en París y su medio de locomoción el tren. Yo le hacía el juego y de cuando en cuando echaba con él la mañana viajando en metro hasta Chamartín y escuchando sus historias siempre de trenes.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Francisco, si con este texto te he echo recordar a ese amigo yo ya me doy por satisfecha ya que por lo que cuentas son recuerdos bonitos, fíjate que como dices ya era mayor pero no dejaba de tener esa ilusión o sueño de ir a Paris y si era en tren mejor que mejor, me imagino lo que disfrutarías de su compañía en esos trayectos en que le acompañabas, y lo que disfrutaba el contándotelo y viendo "sus" trenes, gracias amigo por compartir este recuerdo con nosotros:)
EliminarBesos.
Las estaciones de tren tiene algo especial.....Bonita forma de ver pasar la vida.
ResponderEliminarUn saludo desde Almería.-
http://visual-anjespinosa.blogspot.com.es/
Hola Angel, yo pienso como tu que cada estación de tren tienen algo el ambiente que te envuelve, que te atrapa, los trenes, el ir y venir de la gente, pero si tienen algo especial:)
EliminarBesos.
Mil historias surgen a diario entre las vías de una estación. El tren, la partida o llegada, la espera o la ausencia, son apelativos que resuenan junto a la misma máquina que transporta sueños y vidas. No es de extrañar que haya gente que disfrute viendo la vida pasar en los andenes de una estación.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo querida amiga.
Hola Jorge!!, pero que alegría mas grande al ver tu visita querido amigo:), como se te echa de menos, ojala que vuelvas pronto que nos tienes como castigados sin ti y eso no puede ser:), bueno espero que todo te este yendo bien que es lo mas importante y ya cuando puedas a ver si te tenemos de nuevo entre nosotros amigo, cuidate mucho y es un placer ver tu bonito comentario y una alegría verte aquí, hasta pronto querido amigo y gracias por venir:)
EliminarUn beso muy fuerte!!
Triste historia de alguien que quiere que la vida lo venga a buscar.
ResponderEliminarBesazo
Hola dolega, si, esa es otra forma de ver el texto, pero no podemos estar esperando, o nos movemos nosotros o se nos come la vida:)
EliminarBesote.
No es bueno ver pasar los trenes: hay que atreverse a cogerlo, incluso en marcha.
ResponderEliminarHola Mª Jesús, totalmente de acuerdo contigo, es como el dicho: el que no arriesga no gana y eso debemos hacer, arriesgar.
EliminarBesos.
Qué lástima! una vida entregada a la espera para verla bajar de un tren y no sabía que, en el andén de enfrente, sentada en un banco frente a él, estaba ella... Penélope, esperándole a él.
ResponderEliminarEl final me parece precioso, esa comparación de la mariposa me ha dejado KO...
Muy buena elección de imágenes.
tD1b, Piruja.
Hola volvo, que lastima verdad?, que no se diese cuenta que enfrente la tenia a ella, pero eso suele suceder muy a menudo que estamos ciegos y no vemos lo que tenemos que ver:)
EliminarEl final si es bonito como dices, la comparación que hace esta muy bien, gracias por lo de las imágenes pero como siempre son de la red:)
Besos.
Hola Pirujita linda.
ResponderEliminarLlego antes de que ese tren pase, ese que muchas veces se lleva nuestas esperanzas, que nacen en el alma y en ese corazón que a veces se siente...frágil y quebradizo como una mariposa que vuela bordeando los caminos de la vida.
Un tren que muchas veces no nos lleva a ninguna parte, y otras nos llena de ilusiones y sueños.
Un abrazo y una buena semana.
Ambar
Hola Ámbar, me alegro que hayas pasado antes de partir el tren, pero yo creo que el tren en vez de traer tristezas nos trae alegrías y bonitos recuerdos de toda la gente que ha estado y esta en nuestras vidas, no hay que mirarlo con tristeza sino con ilusión y mucha esperanza:)
EliminarBuena semana también para ti, cuidate.
Besos.
Es inútil esperar un tren que nunca he de pasar, pero los sueños son así, nos permiten mantener viva la esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Rafael, bueno ese tren en sentido figurado es la vida y mejor que pase que si no seria mala cosa, lo que si es lo que tu dices, que los sueños nos permiten muchas cosas y entre ellas no perder nunca esa esperanza, gracias amigo:)
EliminarBesos.
Hay que esperar siempre a que tu sueño pase y se haga realidad, si se desea con fuerza, hay veces que lo consigues. Nunca hay que desesperar
ResponderEliminarbesitos preciosa
Hola Marian, eso es lo que queremos todos verdad?, que se nos cumplan los sueños, haremos lo que dices no desesperar, no perder la esperanza:)
EliminarBesos.
Todavía hay personas a las que le gustan pasearse por el andén de cualquier estación, contemplar el paso de los trenes y el ir y venir de los viajeros cargados con sus maletas.
ResponderEliminarSiempre se ha dicho que hay gustos para todo.
Si algún día me pierdo, que nadie me busque en una estación, siempre las relaciono con las despedidas y ya sabes que no las afronto muy bien.
Cariños en el corazón.
Kasioles
Hola Kasioles, si que las hay y muchas que les gusta pasearse y ver pasar los trenes, los gustos es como los colores amiga y si no nos aburrimos nadie, ya se que las despedidas no las afrontas bien y eso se respeta como no, pero también en las estaciones aparte de despedidas también están las bienvenidas y eso si que es motivo de alegría, venga cuidate, que tengas un buen fin de semana:)
EliminarBesotes!!
Yo creo que la vida es como un tren , un tren que no debemos dejar escapar sino subirnos a él y tomar caminos distintos cada vez para vivir situaciones y circunstancias diferentes , no me gusta ver pasar trenes , prefiero subir en ellos y ver, conocer , descubrir ... aunque a veces tal vez lo que esperamos y buscamos está más cerca de lo que creemos de nosotros y no hace falta buscarlo más lejos .
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este Relato , Pili . Gracias ! Un abrazo grandote
Hola Charete, esque la vida es eso como un viaje tal y como tu lo describes muy bien, a unos les va bien y a otros no tan bien pero así es y cada uno toma el camino que cree mas conveniente o que se ha visto obligado a coger para bien o para mal, pero al fin y al cabo es tal como tu dices, me alegro que te haya gustado, las gracias a ti.
EliminarBesos.
Hola Piruja, buenas tardes,
ResponderEliminarcomo siempre hago, vengo al post anterior a ver que onda...
DÓNDE ESTÁ MI COMENTARIO?
Quien fue el hijo de una chingada que me lo robó= =(
ya ni me acuerdo que escribí...
ahora me voy a la entrada más reciente... pero ésta vez checaré que salga a la luz, pues la última vez me fui sin esperar =(
Un beso grande
Hola Ariel, eso digo yo, que donde esta tu comentarioooo, quien se lo ha llevadooooo jeje, ya me extrañaba a mi el no tener tu visita, pensé si te habías molestado por algo, pero ya veo que toa la culpa la tiene mister bloger grsss, no te preocupes por lo que decías que no pasa na:), eso pasa también por no esperar o por no darle a publicar jejeje, no pasa nada de veras, pero gracias por venir y checar jeje
EliminarQue tengas un buen finde, disfruta de el:)
Besotes!!
El árbol navideño te ha quedado un chiche! (genial)
ResponderEliminarun beso grande
Hola Ariel, al ver lo de chinche pensé que no te había gustado jeje, pero no te escondas para decir esto chiquillo, dímelo allí mismo y no en otra entrada, a no ser que tu no quieras que se vea, ya te conteste en la ultima entrada también, gracias.
EliminarOtro beso grande para ti:)